"Un profesor trabaja para la eternidad: nadie puede decir dónde acaba su influencia"
Henry Brooks Adams
Ha muerto Luis Ángel Rojo.
Ahora que andamos debatiendo sobre la mediocridad de los representantes de la cosa pública, es buen momento para poner a este hombre como ejemplo palpable de lo que España necesita en sus instituciones: brillantez, conocimiento, sabiduría y coraje para ir contra corriente.
No soy el más adecuado para escribir un obituario sobre él, pues no soy de la profesión. Los hay muy buenos, repasando sus aportaciones, en la prensa y en Nada es Gratis, por ejemplo.
Pero como llegué a sentir respeto y admiración por él simplemente conociendo desde fuera sus acciones, su actitud y lo que ha representado para el país, a modo de homenaje recordaré éste post que escribí sobre él al comienzo de la crisis.
Descanse en paz.
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