25/4/08

Preferiría no hacerlo...

Dicen que Franco afrontaba los problemas de una manera digamos, peculiar, como casi todo en tan pintoresco personaje. El caso es que "cerillita", como le llamaban en la mili por ser esmirriado y cabezón, hacía en la mesa dos montones con los temas pendientes: en el primero un cartel anunciaba "asuntos que el tiempo resolverá". En el otro la prédica era "asuntos que ni el tiempo logrará resolver". Ambos montones crecían hasta el día en que el buen padrecito el Zar decidía tirarlos a la papelera.

Tiene todos los visos de ser una invención, pero "si non é vero é ben trovato" y es muy descriptivo de ciertos rasgos de la personalidad del dictador. Del dictador y de todos los que vinieron detrás, al menos en lo que respecta al siempre abandonado sistema energético español y en especial el papel que juega la nuclear en él.

Pasa más o menos como con el agua, pues parece que nuestros próceres confíen más en las oraciones a San Isidro que en dar un carpetazo en la mesa, agarrar de las orejas a los reyezuelos de Taifas díscolos y ponerse a hacer lo que los que saben dicen que se tiene que hacer. En lo de la energía los que saben se han pasado mucho tiempo dándole vueltas al tema y casi todos defienden la nuclear con muy buenas razones. Digo yo que habrá que escucharlos, oiga. Ser ingeniero o físico es algo serio, son gente preparada, no enteradillos que mal aprobaron derecho y calientan un asiento azul por la tontería esa de que les ha votado mucha gente.

Así que en ésas estamos, con moratorias y dejarlo pasar y la culpa es del maestro armero y el que venga detrás que arree y aquí paz y después gloria. Mientras tanto nuestras centrales envejecen peor que Marujita Díaz, no se investiga y no se mejoran las instalaciones porque, para lo que me queda en el convento, me cago dentro.

Seamos serios. Digo serios, no como Jeremy Rifkin que aconseja que pongamos todos un generador eólico en el tejado con un gallo de fundición en la punta. No me joda, señor Rifkin, que se cabrea mi mujer.

Nadie discute que hay que potenciar el ahorro energético, la investigación en renovables, facilitar la instalación de solar en las comunidades de vecinos, etc... pero si se hacen cifras las cuentas no cuadran. Las renovables pueden ayudar y sería muy positiva la creación de una red de nodos autónomos interconectados. Pero los grandes consumidores (industrias, centros comerciales, etc...) seguirán necesitando una fuente potente y estable de energía. Y no están las cosas como para quemar carbón y fuel alegremente.

La nuclear podría ser una solución entre muchas. Transitoria, parcial, nadie dice que sea el futuro, pero puede ayudar a paliar algunos de nuestros problemas problemas: dependencia del exterior, elevados precios por la escasez de materia prima, emisiones a la atmósfera, etc... Respecto a lo de la peligrosidad, imploraría a los alegres opinadores a tiempo parcial, aspirantes a tertuliano y demás malas hierbas que se informen un poco. Que traten de entender qué es la radiación, cómo funcionan las centrales nucleares y las barrabasadas políticas que llevaron a desastres como el de Chernobyl. Que comprendan que en Francia tienen 59 centrales activas desde hace años y no les crece un tercer ojo en la frente ni otro extra en el culo. Sí, lo de los residuos es un problema, pero al menos sabemos dónde están y cómo protegerlos, no como los de las centrales térmicas que los lanzamos al aire como si fueran globos de colores.

Como siempre, sería necesario que nuestros gobernantes explicaran la situación a los ciudadanos. Estaría bien que nos trataran como si tuviéramos mediana inteligencia, ofeciéndonos información certera, ajustada, con la que crear una opinión que supere prejuicios y miedos. Como siempre, no lo harán. Seguirán con su baile del Chiki – Chiki, arriba y abajo, detrás y adelante, sí pero no, sólo la puntita, por favor, que tengo la regla. Así hasta que todos nos compremos un troncomóvil, que gasta menos gasolina y encima haces ejercicio.


P.S: Agradezco a Edgar Rovira el trabajo realizado en su último post, que ha ayudado a crear éste.