11/11/09

Educación vs. Riqueza y Educación vs. Democracia

Os enlazo los dos artículos del profesor Edward L. Glaeser de Harvard que complementan el que escribió hace unas semanas sobre Argentina, al que me referí aquí.

I.- Educación y crecimiento económico

En el primero de ellos, Glaeser profundiza en su tesis sobre la fuerte capacidad predictiva que los niveles de educación pasados de un país parecen tener sobre su nivel de riqueza actual.

A pesar de las dudas y objeciones que tanto yo como Demócrito habíamos planteado, es interesante que leáis el artículo porque Glaeser, a pesar de reconocer que la correlación podría ser espúrea, afirma que según sus investigaciones "la mayor parte de la evidencia sostiene dicha interpretación mejor que cualquier otra alternativa obvia"

Me vais a permitir una digresión sobre esa frase en negrita, cuya utilización por parte de Glaeser no creo que sea casual: es uno de los recursos que se usan en ciencia para considerar una explicación como posible, cuando hay que elegir entre varias que tienen todas un fuerte grado de incertidumbre: elegir la mejor explicación de que se dispone, la que más cosas explica, aunque no sea del todo satisfactoria. Se ha utilizado, y perdón por extenderme en el off-topic, por ejemplo en la búsqueda de causas que expliquen el Cambio Climático, y parece que algún negacionista no entiende bien lo que esto significa. Es obvio que Glaeser conoce la fuerza de dicho recurso, ahora sólo hace falta que lo que afirma sea cierto (es decir, que realmente no hay una interpretación mejor...).

Bien, volvamos al tema. Glaeser nos ofrece a continuación una explicación de cuál puede ser la causa de que dicha correlación se observe tan claramente cuando comparas entre países, pero no es tan fuerte cuando comparas entre individuos dentro de un mismo país. Su explicación son las "externalidades del capital humano": una persona formada provoca que la formación de sus vecinos también aumente, aumentando la productividad del conjunto. Esto genera un "multiplicador social" que hace que el efecto de la educación se observe mucho más fuertemente a niveles agregados que a niveles individuales.

A pesar del interés del artículo, conste en acta que las objeciones de Demócrito siguen siendo válidas.

II.- Educación y calidad de la democracia

En el segundo de los artículos de Glaeser, éste profundiza en uno de los "pasos intermedios" que servirían para explicar la fuerte relación entre educación y riqueza, como es la a su vez fuerte relación entre educación y calidad de la democracia.

Ya desde el primer párrafo Glaeser da la razón a Tomás Eloy Martínez, que en el artículo que enlacé aquí, culpaba a los sucesivos golpes militares del retraso argentino en la segunda mitad del siglo XX... a su vez, también da la razón a Demócrito en cuanto a que dicho retraso se percibe ya a partir de la década de los 30 (cuando Argentina deja de ser una república estable), y no es simplemente achacable a los últimos 40 años.

La tesis principal del autor a la hora de explicar la relación entre educación y democracia es la mayor capacidad que tienen los ciudadanos formados para organizarse y trabajar (incluso combatir) cooperativamente.

Espero que los enlaces sean de vuestro interés.

4 comentarios:

Jorge Galindo dijo...

¿Os podéis creer que no sabía que Glaeser escribía en internet hasta ahora? Me había limitado a un par o tres de sus nada ligeros papers...

Por otro lado, me gusta mucho el concepto de "multiplicador social": me hace ver lo divertidos que son los economistas (aún las autoridades eminentes sin discusión, como Glaeser) al intentar hacer de sociólogos. Deberían hablar más con nosotros, aunque probablemente la culpa sea nuestra: nunca les dirigimos, por desgracia, demasiado la palabra.

Ender dijo...

Hola, Jorge.

Bueno, no sé si Glaeser escribe en internet, yo lo he leído en el New York Times (eso sí, en su edición digital).

En cuanto a lo que dices de los economistas, muchos de ellos reconocen que hay bastante endogamia en la profesión, en el sentido de que parece que sólo escriben para economistas y sólo se leen entre ellos. La apertura hacia otras ciencias sociales es mencionada por muchos como una de las necesarias mejoras que tiene que acometer la profesión.

Pero en esto, nadie está libre de culpa.

Anónimo dijo...

¿Qué término utiliza la sociología para referirse al "multiplicador social" de Glaeser? ¿No tiene ninguno? Me lo temía :(

Por cierto, a mí todavía me hacen más gracia los sociólogos que describen la economía como un fenómeno complejísimo y luego la reducen a cuatro redes sociales y multitud de comportamiento irracionales.Por supuesto, aquello acaba conviertiéndose en un objeto casi incognoscible (para los sociólogos, claro).

PD: Un consejo, ni te molestes en dirigirte a un economista, no te va a hacer ningún caso ;)

Demo dijo...

Bueno, anónimo, yo creo que el término "multiplicador social" exigiría una mayor definición. En mi opinión, el nivel educativo (habría que definir éste y llegar a consensos en cuanto a la forma de medirlo, pero ese es otro tema) es una variable que interactúa con otras de forma específica, ofreciendo resultados diversos en función de con qué variable o grupo de variables lo haga. Así, lo que Glaeser llama multiplicador social sería una variable que, actuando junto con otras relacionadas, refuerce la correlación positiva de éstas respecto a la variable dependiente (en este caso el crecimiento económico) o debilite la correlación negativa si existiera. Nada que no se haya inventado ya, obviamente, y que los sociólogos (y economistas) no estén hartos de hacer sin llamarlo con nombres rimbombantes.

Leyendo los papers de Glaeser, lo que yo creo cuestionable es el excesivo peso causal que ofrece a la educación, cuando otras variables también se podrían considerar "multiplicadores" con un peso igual o mayor (eso exigiría estudio amplio y detallado por cada caso) como por ejemplo la seguridad jurídica o la existencia de un sistema financiero eficiente.