Joder, luego dicen que nuestras Pymes no se estrujan la cabeza. El restaurante en el que como a diario ha decidido tomar la sartén por el mango (nótese lo bien traída que está la expresión) y plantarle cara a la crisis de la manera en que dicen los grandes gurús: ¡innovando!
"¿Cómo puedo incrementar mi margen?" -habrá pensado el valiente encargado. Y no ha necesitado un sesudo análisis de procesos, ni un off-site en El Escorial con toda su gente, ni una sesión de team-building, ni todas esas zarandajas a que nos tienen acostumbrados las grandes firmas... no, hombre, no, ¡si sólo hay que pensar un poco!... y hete aquí la primera solución, la que abrirá el camino para otras innovaciones, cómo no se les habría ocurrido antes:
LA TORTILLA DE ATÚN, SIN ATÚN.
Si a ustedes les parece que estoy de cachondeo, es que no han entendido la sutileza del asunto. Si la idea es tan buena, es porque comparte una característica fundamental con otras grandes ideas: perfecciona radicalmente algo que ya existe y ha sido ampliamente utilizado, pero con dudoso éxito, por otros restaurantes de toda índole: LOS GUISANTES CON JAMÓN, SIN JAMÓN.
¿En qué consiste el perfeccionamiento? Muy sencillo. Los guisantes con jamón, sin jamón, tienen un problema: el cliente detecta rápidamente que no hay jamón. Eso puede traer consecuencias indeseables que pongan en riesgo el incremento del margen: el cliente puede quejarse, puede pedir el jamón, o puede no volver al restaurante porque siente que le engañan (sí, sí, de radicales está lleno el mundo...).
Sin embargo, examinen ustedes la perspicacia del encargado: en la tortilla de atún, sin atún, el cliente no detecta si hay atún o no, al menos hasta que lleve comida media tortilla!!! Porque uno puede estar despistado, charlando animadamente con la nueva becaria de la oficina... o, fíjense en la sutileza, uno siempre puede pensar que el atún no está uniformemente distribuido y que lo encontrará en la segunda mitad de la tortilla... Y llegados a ése punto... ¿vas a discutir con el encargado si había o no había atún? El encargado siempre puede objetar que el atún estaba muy picadito, y que indudablemente ya te lo habías comido, y quizá no te hayas dado cuenta porque no haces más que mirarle los "ojos" a la becaria...
Señores, me quito el sombrero. Luego dicen que España no innova...
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1 comentario:
Hola Demócrito:
He visto tu comentario en el blog de citoyen. Yo también soy sociólogo y me gustaría recomendarte unos libros, si me permites la osadía. Y perdona por usar esta vía de comunicacion contigo.
Macroeconomía:
"Curso de macroeconomía" de Óscar Bajo y Mª Antònia Monés. Porque contiene lo que has visto en sociología y lo amplia hasta el modelo completo de una economía abierta con sector exterior. Ya lo entenderás cuando lo leas :D , tranquilo.
Microeconomía:
Microeconomía intermedia, de Hal R. Varian. Pero la microeconomía cuando abandonas los supuestos básicos, se centra mucho en teorías del consumidor, utilidades, empresa, etc.
Política Económica: Esta si que da mucho jugo y juego a un sociólogo. TE recomiendo POLÍTICA ECONÓMICA: Elaboración, objetivos e instrumentos. 3ªed.
Autores: Cuadrado, Juan Ramón; Mancha, Tomás;Villena, José;Casares, Javier;González, Miguel;Marín, José María & Peinado, María Luisa. Fundamental.
Y por supuesto algo de historia del pensamiento económico donde aparecen amigos nuestros como Weber, Veblen, Pareto, etc. Existe una obra increíble, pero cara es lo malo, en ediciones omega; es de Spiegel y se titula "El desarrollo del pensamiento económico".
Si eres de Madrid, podríamos llegar a una acuerdo, porque algunos los tengo :D
Saludos compañero.
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