Al hilo del debate sobre la energía nuclear que estamos teniendo en Materias Grises, os enlazo uno de los pocos artículos periodísticos que he leído últimamente que sí merece la pena leer. Es éste.
Creo que utiliza el tono que se debe utilizar, y desmonta algunas falacias que están utilizando últimamente los unos y los otros. No es perfecto, tiene algunos párrafos controvertidos que se podrían discutir, pero en lo esencial, es correcto. Leedlo, por favor.
Ah, que queréis que me moje y apunte algún punto que se le podría discutir al autor... joder, cómo sois. Vamos allá...
Se trata del siguiente párrafo, donde el autor trata de desmontar la idea de que cerrar Garoña subiría la luz:
"- Cerrar Garoña subiría la luz. El sector nuclear ha lanzado la idea de que si se cierra Garoña la luz subiría alrededor del 10%. La idea no tiene padre reconocido -salvo "fuentes del sector"- pero ha calado y retumba por el dial. Cada kilovatio que produce Garoña lo cobra al precio de la tecnología más cara que esté funcionando en ese momento.
Red Eléctrica calcula cuánta electricidad va a necesitar cada media hora. Las eléctricas ofertan y primero entran al sistema las más baratas, como la nuclear y la hidráulica. Las renovables entran siempre por ley y finalmente se completa con gas o con carbón, cuyo precio depende de los mercados internacionales. Al final cada una de las plantas en marcha cobra el precio más alto. Garoña cobra al precio del gas natural. Si se cerrara, sería sustituida por una central de gas, así que el precio de la luz apenas se movería."
El autor hace una descripción esencialmente correcta de cómo funciona el pool eléctrico y cómo se forman los precios del mercado libre (está también el mercado regulado, esto es, a tarifa) en España. Su argumentación, por lo tanto, es buena y parece irrebatible. Sin embargo, falla en la conclusión. ¿Por qué?
Efectivamente, el Operador del Mercado Eléctrico, OMEL (no Red Eléctrica, como dice el autor) va casando la oferta y la demanda de electricidad a lo largo del día: cada media hora, recibe oferta de las distintas centrales para cubrir la demanda existente. Hasta cubrir una determinada demanda, OMEL va aceptando ofertas de centrales progresivamente más caras, como es lógico, y cuando la ha cubierto, cierra la subasta recibiendo TODOS el precio ofertado por el último ofertante, que es el más caro y que suele ser, efectivamente, el del gas (aunque esto depende mucho del precio del crudo y del gas), siempre que no entren centrales de fuel, de las que quedan pocas. Sin embargo, lo que el autor olvida, es que si yo tengo que cubrir la demanda de energía que aportaban los "desaparecidos" 466 MW de Garoña, tengo que dejar entrar a la subasta a centrales progresivamente más caras, hasta cubrir esa demanda. Es de esperar, por lo tanto, que si yo voy eliminando centrales de las más baratas y/o de las que entran antes a subastar, y las tengo que sustituir por centrales de las que entran las últimas, el precio final del Mwh se encarezca. Cuánto, ya es otra cuestión.
Esto me sirve además para desmontar el argumento, generalmente utilizado por algunos defensores de las energías renovables, de que el coste de la energía en España es igual si lo genera una nuclear que una renovable o una de carbón...
Decir una cosa así es confundir "coste" y "precio".
Bueno, además de eso, hay algún otro punto discutible en el artículo, pero insisto una vez más: aunque hay algunos puntos matizables, no dice nada que sea esencialmente incorrecto.
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1 comentario:
Querido hermano y amigo, he abierto un blog. Nada parecido al vuestro, pero ahí anda.
Besos
http://tualondresyyoalcine.blogspot.com/
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